11 Junio 2011, 10:57 AM
Jottin Cury
El doctor Jottin Cury, fallecido en la madrugada  ayer en la clínica Abel González a causa de un infarto, era de los últimos reductos de una generación que ha sido testigo y protagonista de los grandes acontecimientos ocurridos en el país desde la muerte de Trujillo en 1961 a la fecha.
Cury, de 90 años y nacido en Barahona, comenzó a brillar desde muy joven como abogado, un oficio que ejerció hasta el final de sus días. Se le consideraba uno de los más reputados jurisconsultos en materia civil, una rama del Derecho sobre la que, incluso, escribió varias obras.
Si bien como profesional del Derecho estampó su nombre entre los más grandes juristas que ha tenido el país, también se destacó en la lucha por las libertades y contra los atropellos a la soberanía nacional. Antes que dejarse atraer, perteneció al selecto grupo de jóvenes que condenó la dictadura de Trujillo.
En 1962, durante el Gobierno de Rafael Bonnelly, se desempeñó como gobernador de Azua y director de prensa de la Presidencia. Desde esa época su nombre adquirió una dimensión política, académica y profesional que se ha expandido más allá de su lamentable fallecimiento.
Durante la revuelta de abril de 1965, el doctor Cury fue el ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno constitucionalista presidido por el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó. Terminada la contienda fue electo diputado por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en las elecciones de 1966, distinguiéndose por sus valientes denuncias contra los crímenes, la corrupción y las violaciones de las libertades públicas.
En 1972, una época de tensiones y convulsiones sociales, fue electo rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Uno de los acontecimientos más memorables de su gestión fue su aparatosa detención por tropas policiales que lo transportaron en la cama de un camión junto a varios estudiantes que también habían sido apresados.
Tras romper sus relaciones con el doctor Salvador Jorge Blanco cuando éste se desempeñaba como Presidente de la República, Cury estuvo entre los abogados que lo persiguieron por supuesta corrupción administrativa cuando dejó el poder en 1986 e incluso fue de los propulsores de un movimiento de moralidad pública. En 1988 el presidente Joaquín Balaguer lo designó consultor jurídico del Poder Ejecutivo, cargo del que renunció en 1990.
Antes de consagrarse a su oficina de abogados, Cury fue de los propulsores en 1996 de la candidatura de Leonel Fernández por el Frente Patriótico, la alianza entre el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), promovida por Balaguer. Ocultar la cara no estaba entre sus defectos.
De una u otra forma estuvo en todos los acontecimientos hasta que la muerte terminó con su existencia. Paz a sus restos y consuelo para su viuda, hijos, nietos, otros familiares y relacionados.